¿MiPEZ: Una solución para la sostenibilidad pesquera?
MiPEZ es más que una herramienta tecnológica; es una solución integral que conecta a las comunidades con el conocimiento necesario para cuidar sus recursos naturales. A través de su implementación, hemos observado cómo las comunidades indígenas y locales no solo recopilan datos, sino que reflexionan profundamente sobre la importancia de su entorno y las prácticas sostenibles de pesca. Este proceso ha fortalecido la conexión entre la ciencia, la cultura y la conservación de los recursos hídricos.
Lecciones aprendidas en el monitoreo comunitario
Uno de los aprendizajes más importantes en la implementación de MiPEZ es que, para lograr un monitoreo comunitario efectivo, es fundamental realizar capacitaciones previas que aborden temas esenciales como:
Morfología de los peces: Conocer las partes anatómicas de los peces ayuda a identificar características clave que permiten clasificarlos correctamente.
Determinación taxonómica: Comprender los nombres científicos y las relaciones entre familias y géneros facilita la organización y precisión de los datos.
Identificación del estado de maduración: Saber si un pez ha alcanzado su madurez reproductiva es esencial para tomar decisiones responsables sobre su captura.
Historia natural de las especies: Aprender sobre los ciclos de vida, hábitats y comportamiento de los peces permite a las comunidades tomar decisiones informadas para garantizar su sostenibilidad.
Estas capacitaciones no solo fortalecen las habilidades técnicas de las comunidades, sino que también fomentan su participación activa en la construcción de la base de datos. Cuando las personas conocen y comprenden a las especies de su entorno, el proceso de recolección de datos se vuelve más preciso y se minimizan las tareas de corrección posteriores.
Más allá del monitoreo: construir conciencia y acción colectiva
MiPEZ ha demostrado que el conocimiento compartido es la clave para el cambio. Al fomentar la interacción entre los pescadores, monitores y sus comunidades, hemos visto cómo el monitoreo de peces se convierte en una herramienta para la toma de decisiones colectivas. La construcción de bases de datos confiables no solo informa a las autoridades y organizaciones, sino que empodera a las comunidades para dialogar, planificar y proteger sus fuentes hídricas.
¿Qué más hemos aprendido?
Importancia del diálogo continuo: El monitoreo no se trata solo de datos, sino también de promover conversaciones entre las comunidades sobre la importancia de sus recursos y las mejores formas de protegerlos.
Fortalecimiento del liderazgo local: Los monitores desempeñan un papel fundamental como intermediarios entre la tecnología y las comunidades, guiando y motivando a los pescadores a participar activamente.
Conexión entre ciencia y tradición: MiPEZ refuerza la integración de los conocimientos ancestrales y la ciencia moderna, demostrando que ambas perspectivas son complementarias para la conservación de la biodiversidad.